RBA advierte sobre riesgos sistémicos derivados del auge de los mercados privados
RBA advierte sobre riesgos sistémicos derivados del auge de los mercados privados
El Banco de la Reserva de Australia (RBA, por sus siglas en inglés) ha emitido una señal de alarma: el creciente desplazamiento del financiamiento desde bancos regulados hacia mercados privados —como capital privado, crédito alternativo y activos reales— está reduciendo la visibilidad de los reguladores y elevando el riesgo sistémico. Este fenómeno, destacado en el plan corporativo 2025/26, subraya la urgencia de reforzar los mecanismos de supervisión financiera.
Una transformación estructural en el financiamiento global
El RBA advierte que los capitales migran cada vez más a mercados privados, como fondos de capital privado, crédito alternativo y activos físicos menos regulados. Esto limita la capacidad institucional para detectar y responder a posibles amenazas.
El sector inmobiliario australiano se destaca en esta dinámica: firmas de crédito privado han expandido sus operaciones, generando preocupaciones sobre vulnerabilidades ocultas ante una reversión económica abrupta.
Coordinación con ASIC: mayor escrutinio en puerta
El anuncio del RBA se produce casi simultáneamente al plan cuadrienal del regulador de valores, ASIC, que prioriza la detección de fallos sistémicos, insider trading y la transparencia. Juntos, RBA y ASIC muestran una clara intención de fortalecer la supervisión del intermediamiento financiero no bancario.
La comisionada de ASIC, Simone Constant, enfatizó en un foro industrial el riesgo potencial de expansión excesiva del crédito privado en el sector inmobiliario, que podría desencadenar eventos de estrés sistémico sin intervención oportuna.
Factores globales amplifican los riesgos
Más allá del cambio de financiamiento, el RBA destaca que los crecientes riesgos geopolíticos y comerciales elevan la incertidumbre. La fragmentación de cadenas de suministro, tensiones políticas y cambios en la política comercial pueden afectar crecimiento, inflación y, por ende, la resiliencia del sistema financiero.
El banco considera estos factores como elementos posibles de contagio financiero en escenarios extremos.
El desafío de equilibrar innovación y estabilidad
El auge de los mercados privados responde al apetito de los inversionistas —como fondos de pensiones— por mayores rendimientos fuera de los bancos tradicionales. Sin embargo, esta innovación financiera viene acompañada de una menor transparencia.
El desafío regulatorio consiste en permitir este flujo de capital alternativo sin sacrificar los mecanismos que previenen crisis financieras. El RBA ya anticipa que la nueva fase de regulación requerirá “cerrar la brecha de transparencia” entre sistemas bancarios y no bancarios.
Implicaciones para diferentes actores del sistema financiero
Fondos de pensiones: Su creciente inversión en mercados privados —para diversificar portafolios— puede generar correlación de riesgos en tiempos de estrés, lo que amplificaba las fragilidades del sistema.
Instituciones privadas: Firmas de capital privado podrían enfrentarse a mayores exigencias regulatorias y supervisión sobre sus operaciones, valoraciones y conflictos de interés.
Reguladores: RBA y ASIC deben coordinar métodos de monitoreo más efectivos para sectores que hoy operan fuera del régimen bancario tradicional.
¿Qué puede venir?
Reformas regulatorias: Expectativa de nuevas normas para exigir mayor información y supervisión en mercados privados.
Herramientas macroprudenciales: Implementación de límites o requisitos de liquidez adicionales para fondos que operan en crédito privado o inmobiliario.
Mayor cooperación entre organismos: RBA y ASIC estrecharán colaboración para anticipar y mitigar posibles efectos sistémicos.
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