First Brands: la crisis nació en la financiación de capital de trabajo. Por: Francesco Lovaglio Tafuri

First Brands: la crisis nació en la financiación de capital de trabajo

El colapso de First Brands Group, gigante de autopartes, no fue un accidente: fue la culminación de una estrategia financiera insostenible centrada en deuda de corto plazo ligada a facturación (invoices) y gestión de inventarios. En su columna de opinión en Bloomberg, Chris Bryant apunta que esas estructuras opacas, comunes en el universo de financiamiento alternativo, permitieron liquidez rápida, pero sin visibilidad ni soportes sólidos. 

Cómo la financiación de capital de trabajo estuvo en el núcleo

First Brands recurrió intensamente a mecanismos de factoring: ventas anticipadas de cuentas por cobrar para obtener efectivo inmediato. Esa financiación no aparecía como deuda tradicional en sus balances, lo que ocultaba la magnitud del endeudamiento. Bryant señala que este tipo de financiamiento es funcional cuando funciona bien, pero revela fragilidad cuando las condiciones se vuelven adversas.

Al acumular decenas de miles de millones en obligaciones de working capital no transparentes y vinculadas a inventarios y cuentas por cobrar, First Brands consiguió liquidez esencial, pero a costa de depender de la confianza continua de sus prestamistas y de una cadencia de pagos que podía revertirse abruptamente.

Señales de alarma ignoradas

Los mecanismos de factoring y financiamiento comercial (supply-chain finance) suelen incluir riesgos extraordinarios: cláusulas de recompra, dobles ventas de facturas, encubrimiento de obligaciones, dependencia de confianza inversora. En el caso de First Brands, surgen pistas de que algunas facturas pudieron haber sido vendidas más de una vez, y que el colateral (inventario) estaba “comulgado” entre múltiples acreedores.

Los analistas comentan que muchos de sus préstamos de factoring o suministro se hicieron con poca diligencia. Cuando se buscó financiamiento, los inversionistas demandaron “quality of earnings” y exámenes adicionales, lo cual tensionó la liquidez.

Efecto dominó: deuda oculta, transparencia comprometida y colapso

Cuando los prestamistas comenzaron a exigir mayores garantías o revertir condiciones, la empresa perdió acceso a financiación de corto plazo, golpeando su liquidez operativa. Esa presión generó una espiral: menos confianza, menos crédito, peor performance financiera.

Los montos revelados al momento del colapso superan los US$10 mil millones en pasivos, muchos vinculados no al negocio principal de autopartes, sino a sus estructuras de working capital ocultas. Algunos de esos instrumentos ya cotizan con fuertes pérdidas.

Este tipo de crisis expone un desafío mayor del ecosistema crediticio alternativo: financiar con deuda encubierta es viable en ciclos expansivos, pero débil en escenarios adversos.

Lecciones para inversores, bancos y reguladores

  1. Due diligence rigurosa en deuda alternativa: Con instrumentos financieros encubiertos, los acreedores deben exigir transparencia del flujo de caja subyacente, del colateral real y de los compromisos ocultos.

  2. Límites al apalancamiento de capital de trabajo estructurado: Las empresas sustentables deberían combinar deuda tradicional con crédito transparente, no depender exclusivamente de soluciones de corto plazo.

  3. Normativa financiera que exija consolidar deuda encubierta: Reguladores podrían requerir que factorizaciones y financiamientos comerciales aparezcan claramente en estados financieros para evitar “pasivos fantasma”.

  4. Supervisión de riesgos sistémicos en mercados de crédito privado: Colapsos como este pueden generar contagios en fondos de deuda privada, CLOs y prestamistas no bancarios.

Qué observar de ahora en adelante

  • Cómo se valoran los instrumentos de deuda de First Brands: ya algunas partes de estos pasivos están bajando mucho su valuación a mercado.

  • Las investigaciones judiciales sobre facturas dobles, colaterales mal declarados y conflictos entre acreedores.

  • Reacciones reguladoras en EE. UU. y mercados de crédito privado frente a este tipo de riesgo oculto.

  • Revaluaciones en empresas similares que usen modelos de financiación agresivos de capital de trabajo.

El desastre de First Brands no comenzó con una caída de ventas o un choque externo: comenzó con una estructura financiera que dependía más de confianza incesante que de fundamentos sólidos. Financiación de capital de trabajo opaca —factoring e inventarios usados como colateral— permitió liquidez, pero también sembró la semilla del colapso. Que esta crisis sea una advertencia: las estructuras financieras que no muestran lo que ocultan pueden parecer fuertes, pero son las primeras en quebrarse.

(Con información de Francesco Lovaglio Tafuri)


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